jueves, 21 de noviembre de 2013

El día que Bob Paisley subió la escalera

Cuando Bill Shankly, el hombre providencial del Liverpool, abandonó el club por sorpresa el 12 de Julio de 1972, nadie pensó en el oscuro Bon Paisley como su sucesor. Había sido jugador durante siete temporadas, un correcto medio derecha, aplicado y fajador.
En 1954, cuando se retiró, se quedó en el cuerpo técnico del club, trabajando con la chavalería. Al llegar Shankly, pasó ser su segundo, un segundo sin mayores aspiraciones. Confesor de Shankly,  confidente de algunos jugadores, hombre discreto y de paz para limar asperezas, para quitarle problemas al jefe o para hacerle llegar  los graves que necesitaran de su inevitable intervención. Ningún amor por el primer plano. Clásico "hombre de club".

Por eso, cuando Shankly se fue, nadie pensó en él, excepto el propio Shankly. Hubo muchos nombres  importantes puestos sobre la mesa : Tommie Smith, el capitán del equipo, de Ian Saint John, antiguo jugador del club, entonces entrenador del Motherwell; de Brian Clough que triunfaba en el Brighton and Hove Albion, de Jock Stein, el hombre del gran Celtic.

Pero fue Bob Paisley, y muy  a su pesar. Nunca nadie se vio tan arrastrado por la situación. El día que se presentó a los jugadores lo hizo abrumado. "Lo último que deseaba en el Mundo era este cargo", dijo. Keegan habló aparte con la plantilla: "Tenemos que ayudarle en lo posible, o nos hundiremos todos". En su primer año no ganó ningún titulo, pero pronto se notó su mano. A Kennedy, que había venido como goleador y no encontraba sitio ante la competencia con Toshack Y Keegan, lo retrasó  al centro del campo por la izquierda. Fichó a McDermott y, a  Phil Neal, que rindieron ambos a un gran nivel.

En su segunda temporada ganó la copa de la Uefa y la FA Cup, y de ahí en adelante los éxitos se sucedieron. El año siguiente ganó la liga y la Copa de Europa.
Al final de sus nueve años en el club, en total ganó tres veces la Copa de Europa, seis veces la liga,  una UEFA, y una copa, y fichó para el club de Anfield, ademas de los anteriormente citados,  a Kenny Dalghlish, Alan Hansen, Graeme Souness e Ian Rush, fichajes todos ellos de enorme éxito. 
Bajo su mando el club no desmereció un ápice la época de su mentor, Bill Shankly, sino que incluso fue a más.





Su último partido como entrenador fue la final de la Milk Cup, en Wembley frente al United. (La mil Cup era el nombre que en esos recibía la copa de la liga, hoy conocida como Carling Cup). Ganaron los de Anfield por 2-1. Puesto que se trataba de su despedida, los jugadores pidieron a Bob Paisley que hiciera una escepción en su discreta vida, en la que siempre se mantuvo en segundo plano y que subiera con ellos a recoger el trofeo. Paisley sin embargo, se negaba. Los 39 escalones que conducían al palco de Wembley eran una exposición excesiva para él, que siempre pensó que el fútbol es de los futbolistas, no de los entrenadores.

Los cariñosos empujones de Souness le impidieron quedarse abajo, y por fin, subió, entre una ovación emocionada. Por una vez se hizo una foto con una copa en un palco. La única en su vida que consiguieron ponerle en primer plano.





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