viernes, 8 de noviembre de 2013

La eterna verguenza del Cerro Porteño

 El suicido de Marko Saric en el año 2000, joven y prometedor jugador de San Lorenzo, conmovió a toda Argentina. Las lesiones en los ligamentos, y las tensiones del mundo del fútbol acentuaron su patología depresiva. Tenía 22 años cuando decidió terminar con todo. Yo no voy a acusar al fútbol en sí de su muerte, pero sí en este artículo voy a acusarlo  de despreciar su dolor y su vida.

San Lorenzo pidió aplazar el partido que debía jugarse pocas horas después del suicido de Mirko, pero el presidente del Cerro Porteño paraguayo entendió que "la vida continúa", a  lo que el vicepresidente agregó: "Para que vamos a suspender el partido si eso no le va devolver la vida?. Los compañeros de Saric, quebrados de pena y dolor, jugaron como Zombies. Cerro Porteño ganó por 3-1.

El fútbol en sí no mata, pero a veces da vergüenza ajena...

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